El principal problema de tener un orgasmo por teléfono es que no estamos acostumbrados a utilizar el sentido del oído para ello. Nosotros solemos recurrir a un estímulo visual para conseguir la máxima excitación posible.
Por ejemplo, cuando nos acostamos con una chica, necesitamos ver su cuerpo desnudo para poder ponernos al máximo. Lo mismo nos ocurre cuando vemos pornografía por Internet.
Sin embargo, antes de seguir vamos a hacer un experimento: Prueba a ver un vídeo porno pero asegúrate de cerrar los ojos cuando lo haces, tan solo nos vamos a concentrar en el sonido. Ya te aseguramos que, en cuando oigas los jadeos de las mujeres y como gimen cuando se las penetran, vas a excitarte de una forma muy especial.
Como no estás viendo lo que ocurre, tu mente se esfuerza por completar la película como si fuera un puzzle. De esta manera recrearás todo tipo de situaciones y, aunque no sean las correctas, el placer que vas a experimentar va a ser completamente increíble.
¿Qué necesitamos para tener un orgasmo por teléfono?
Lo primero que nos hace falta es mantener la mente abierta: si nunca hemos llamado a un servicio de sexo telefónico, puede resultar algo desconcertante por primera vez.
Tampoco tienes que pensar que estás llamando solamente para alcanzar el orgasmo en el mínimo tiempo posible… aunque esto sea así, tenemos que ver a las llamadas eróticas como todo un proceso de seducción en el que te estás dejando excitar por una mujer a la que no conoces de nada.
Ella empezará hablando de cosas triviales… sin embargo, a medida que la conversación vaya avanzando, esta mujer sabrá cómo tiene que darle la “chispa” necesaria como para poder excitarte de una manera que te costará creer.