A la hora de buscar sexo, las mujeres son mucho más selectas que los hombres. Nosotros nos podemos conformar con casi cualquier chica que podamos llegar a encontrar siempre y cuando nos guste y nos ponga a tono.
Sin embargo, es poco común que una mujer contrate a un gigoló; más bien lo que hará será contratar a escorts masculinos.
Existen algunas diferencias sutiles entre los dos casos.
Un prostituto es un hombre que se dedica a dar placer a la mujer: generalmente se le contacta a través de una agencia y viene a casa a la hora que le hayamos indicado. Se encargará de tener sexo con ella según el tiempo acordado y luego se volverá a ir.
Con un escorts masculinas la cosa no es así.
¿Cómo actúan los escorts masculinos?
Un escorts masculino actúa como si fuera la pareja de la mujer que lo ha contratado. Se lo puede llevar a cualquier tipo de fiesta o evento especial. Estos hombres siempre dispondrán de unos modales muy interesantes que les permitirán adaptarse a cualquier tipo de situación.
Por ejemplo: puede llegar a ser un buen acompañante para una boda o simplemente te puede acompañar a dar una vuelta por la ciudad. También es bastante común irse de vacaciones a algún lugar que no conocemos y contratar a “escorts masculinos” del lugar.
Una vez que se haya acabado el plan se suele mantener sexo con ellos, de la misma manera que con un prostituto, pero hemos tenido tiempo para poder conocerlos, para poder excitarnos con ellos y para saber que realmente queremos que nos penetren.
Es un servicio, lógicamente, más caro que los tradicionales pero valen realmente la pena. Te recomendamos pagar un poco más y saber que has contratado un serviciode la máxima calidad posible.