Es bastante común que, con la llegada del invierno, tu vida sexual empiece a notar los efectos del frío.
El invierno aparece con el frío, con lluvias moderadas y con sus días más breves, en los que hay menos sol. Esta combinación de factores puede hacer que nuestra vida sexual quede resentida.
Lo cierto es que, a partir de noviembre, y hasta que pasamos del mes de febrero, somos pocos los que queremos salir de la cama. Pero lo cierto es que no nos quedamos en ella porque queramos tener un interludio con nuestra pareja. Incluso esto puede llegar a convertirse en un problema… pero antes de que cunda el pánico, la ciencia nos da una explicación.
¿Por qué tenemos menos relaciones sexuales en invierno?
Antes de nada, es importante tener presente que la voluntad hace mucho, y que son muchas las personas las que tienen más relaciones sexuales en invierno, que en verano.
Tanto en hombres como en mujeres, la producción de serotonina del cerebro será mayor en los meses de verano y de primavera. Y esto está relacionado con la luminosidad que nos llega de los rayos del sol. Esta iluminación sintetiza oxitocina y serotonina, que son dos agentes que actúan como neurotransmisores. Nos sentimos más felices, tenemos la autoestima más alta y nos apetece tener relaciones sexuales.
Pero en invierno, como la noche llega antes y nos llegan menos rayos del sol, nuestro cerebro agiliza la producción de melatonina (que es la hormona posta a la serotonina y, entre otras cosas, reduce las ganas que tenemos de acostarnos con nuestra pareja).
Pero, como hemos comentado, esto también depende de cada persona: hay algunos individuos que se sienten más cansados en verano., que sienten más ganas de tomar azúcar en este periodo, que incluso hasta se notal no demasiado animados.
Y lo peor de todo es que hay otros factores que también pueden afectar a la sexualidad, como son los catarros. Los síntomas del resfriado eliminaran cualquier posibilidad de que queramos tener sexo con nuestra pareja. Entre la molesta mucosidad, los estornudos, o la posibilidad de que se produzca un contagio, se verán reducidas las ganas de que tengamos relaciones sexuales y que, incluso, no tengamos demasiadas ganas de estar con nuestra pareja.
Hay algunos estudios que demuestran que muchos hombres se excitan más al ver imágenes de mujeres durante los meses más fríos del año, en diciembre, enero y febrero. Esto podría estar relacionado con personas que desean aquello que no pueden conseguir fácilmente; con la llegada del invierno, y con tantas capas de piel sobre la ropa, el hecho de llegar a acariciar la piel de tu pareja puede ser más complicado, y esto hace que algunas personas se exciten todavía más.
No obstante, y aunque parece que tenemos menos sexo en invierno, también es verdad que la bajada de temperaturas contribuye a reforzar ciertos vínculos, consiguiendo que se formen relaciones mucho más estables, a la par que duraderas.